KINTSUKUROI es el arte japonés de arreglar lo que sufrió una ruptura. Los maestros japoneses restauran una pieza de cerámica rellenando las grietas con oro o plata. Para ellos la fragilidad de la pieza refleja también la fortaleza y la reconstrucción. El objeto no se ve como defectuoso, sus rupturas lo hacen más bello y fuerte, y forman parte de su historia.
Muchos toman este símbolo para representar las heridas emocionales. Ahí donde algo se ha roto en lo emocional, es una oportunidad para fortalecer.